... a nada, a ti, a querer
Es destino que quien de pronto aparece se convierte en cercano, las palabras las transforma en sonrisas profundas y redobles de latidos.
El tiempo es obsoleto y nos falta mirarnos para asimilarlo, las risas son encantos y cada instante una ilusión volando, nos tornamos frágiles e impacientes en espacios que se llenan de color, podemos leer nuestro espíritu, transformándonos en poema.
De pronto la conocí sin esperar nada, simplemente se metió en mis pensamientos y en mi corazón, poema que surge de una primera cita que pareció ser la milésima, la primera de muchas más que continuan.