Pareciera que ya no estoy hecha para el amor, que llevo en mi un hechizo que aleja a todo aquel que llega a tocar mi corazón, a todo aquel que logra que haga de lado mis miedos más profundos, aquellos que guardo en un cofre con llave, cofre que mi corazón anhela abrir cada vez que le llegan esas mariposas que nacen en el estómago como nervios y suben al corazón en forma de ilusión.
Lastimosamente todo se queda entre los susurros de las mariposas o simplemente escrito en un hermoso sueño, sueño que narra nuestra historia o bueno, la que pudo haber Sido nuestra historia, la cual empezó por casualidades del destino y! Vaya cruel destino¡Que une a las almas sin saber si sus corazones van ir por el mismo camino, omitiendo el hecho de que unos no tienen corazón u otros lo poseen pero su corazón no tiene latidos! Vaya ironía del destino! Que une a aquellas almas sin latidos, a aquellos sin corazón con aquellos que todavía tienen uno y los enreda en una danza de la muerte dónde solo uno de ellos saldrá vivo, dónde el más fuerte es aquel sin corazón, ya que al no tener nada que perder van por la vida cuál parca destruyendo corazones dejándolos indefensos y malheridos.