La enfermedad vigurosa entre la realidad inerte y el pecado infame.
En un martes cualquiera pero en un año que se repite cada cien años
Me propicia al desconocimiento total del ser...
La insípida carne queriendo sentir,
el placer dejó de tener sabor,
me he conformado; el poder ya no es opción. Lucho...
Encajar en un mundo desorbitado en donde mi mente lo habita,
donde todo agarra forma, pero se distorsiona,
donde nada es mío,
pero pueden tener todo de mi,
donde la tragedia se puede ir pero la angustia sigue,
donde no considero a nadie parte de mi vida,
donde se aparece un conjunto de modos excesivos y comportamientos conflictivos,
donde me encierro en el tiempo y todos pasan,
donde yo me quedo en la inmensidad de la incongruencia existencial,
donde no hay límites en la adversidad,
donde el miedo y libertad permanecen dentro de mi,
donde peligro hablar y mostrarme expresiva,
donde no hay razón alguna para existir, por ser una masa inerte siendo consuelo demás.
¡El dolor del ser y no permanecer!
Mutaciones mentales dominadas,
donde soy mi día, mi noche y se repite...
Isbell en 23:00
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