Canción para acompañar: REM, Everybody hurts
Al hombre se le puede arrebatar todo salvo una cosa, la última de las libertades humanas: la elección de la actitud personal ante un conjunto de circunstancias.
Victor Frankl, 1946.
#Pop_emas #shenibasel
Trece rosas, trece Que tuvieron la mala suerte De creerse jóvenes y libres En un jardín de señoritos, Segadas vilmente por manos
Malditos burgueses, que nos rociáis el dorso de aceite hirviendo y os parece de mal grado denunciar el resultado.
Mi primavera, Mi flor brotada De un árbol caído, Mi dulce despertar A la fértil poesía.
No desprecies a las hormigas Cuando vueles como un faisán, Y cuando te toque arrastrar Tus huesos por el fango, Recuerda que hasta el gusano
_ Bailas sobre ti, Giras y giras En el centro del espacio
Ríos de sangre anegan la plaza de La Puerta de la Paz Celestial… Aquí paz, y después gloria para la crema y nata del pueblo. Gritos de libertad y dolor,
Desaparecí. Doblé la esquina del adiós, Creí tu “no pasa nada” Y enfilé mis pasos Hacia cualquier lugar
Son tus ojos radiantes estrellas, y como lunas de nácar son tus dientes –menos uno–. Cada vez que sonríes nace una civilización alienígena.
Que arda tu monte de Venus, Que se seque a golpe de sed tu fuente de vida. Que se conviertan en desierto Tus fértiles labios
Nos follábamos con la mirada, buscando algún camino en dirección contraria por la Vía Láctea, como dos autoestopistas
Ahora que no tengo el ímpetu De un bote recién abierto, Que sé arrancarle el sabor A cada escurridizo milímetro, Ahora que cada estación es otoño
Me gusta la gente Que respeta A los mayores, A los niños, A su pareja,
Vigilia, no huyas de mí. Quiero amar sin conocer, Un amor de estío en enero, el sueño de una fría y eterna noche de verano,
Ya llegan... Con sus cantos de sirenas, El sable de ruido marchito, Sus marchas militares, Con el odio y el veneno
Somos los fracasados, los que perdieron el trabajo, el hogar, el amor por la ventana y el tren de la vida.