#EscritoresMexicanos (1922) (1923) Canciones Canciones Nuevas y
La primavera de la aldea bajó esta tarde a la ciudad, con su cara de niña fea y su vestido de percal. Traía nidos en las manos
Nos hemos bruscamente desprendido y nos hemos quedado con las manos vacías, como si una… se nos hubiera ido de las manos; con los ojos al suelo,
Colmena de la tarde, diálogo del v… la palabra es abeja, pero el silen…
Penetro al fin en ti, mujer desmantelada que —al terminar el sitio— ya sólo custodiaban monótonos tambores
Hecho de nada soy, por nada alient… nada es mi ser y nada mi sentido y, muerto, no seré más que —al oíd… un roce de hojas muertas en el vie… A nada me negué. De nada exento
Duerme, ya desnuda. El sueño te viste mejor que una túnica.
México está en mis canciones, México dulce y cruel, que acendra los corazones en finas gotas de miel. Lo tuve siempre presente
Ramo del corazón, el que se hace sólo una vez. El que se da, sin ve… No sería bastante todo el abril de… para hacerlo de nuevo.
Tener, al mediodía, abiertas las v… del patio iluminado que mira al co… Oler un olor tibio de sol y de man… Decir cosas sencillas: las que ins… Beber un agua pura, y en el vaso p…
Vuelvo de andar, a solas, por la o… Estoy lleno de músicas, como un ár… He dejado correr mi pensamiento viendo, en el agua, el paso de una… Traigo tejido al alma el olor de u…
Ambición Dame, Señor, la fuerza de un péta… capaz de sostener el perfume de un… II Nada más, Poesía:
Voz interior, palabra presentida que, con promesas tácitas, resume —como en la gota última, el perfum… en su paciente formación, la vida. Voz en ajenos labios no aprendida
Estabas en mí —esperándote— cuando te conocí. Estaba ansioso de mí mismo, imperfecto, increado, en ti.
Le retrasa el corazón. Y no está en darle cuerda el caso. ¡Cuánto más anda es peor!