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“poenitere”

Cava el hombre lánguido
Un pozo para ahogar su vida
Para ahorcar su existencia desmotivada
Y finalmente sepultar su podrido aliento
 
Tacha el calendario lleno de emociones
Redacta en sangre sus sueños corruptos
Dándose cuenta de que este está casado con la soledad
Toma un cuchillo sin filo y separa su garganta
Fluye el desespero por las aguas del hoyo
Descubre el hombre lánguido que la sangre que ve correr por su cuerpo
Es más espesa que el recuerdo
Que la vida es más delgada que la paciencia
Y que el abrazo de los huesudos brazos
De la existencia que conocemos como muerte
Es más cálido que una vela
Que una cena con la familia que nunca tuvo
 
Se encuentra aquel que una vez fue hombre
Sentado en una silla sin patas
Leyendo un libro vacío
Cantando sin voz
Observándose en un espejo opaco
Contemplando a su vieja amante desde la lejanía
 
“Aquí yace aquel que fracaso en el arte de vivir”
Se lee en una lápida sin nombre
 
Desde esa silla sin patas
Grita el cadáver a todos los vivos
Esperando que entiendan que, aunque la vida
Sea mas fina que la paciencia y mas vacía que el corazón humano
Vale la pena vivirla

El arrepentimiento es una clave para comprender la vida humana.

Otras obras de Javier Mena Alonso...



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