Benditas montañas que acompañan el camino
hacia Mi Ser, Bendito Río que sacias la sed e
impulsas la vida a un nuevo amanecer.
Bendita Tierra que sostienes mis pies para
levantarme una y otra vez; aunque mil veces
me vuelva a caer, mil veces me levantaré.
Bendito Dios que cubres mi vida con tu amor y
protección, Bendito Dios que das a mi Alma un
bálsamo de curación para cada herida y cada dolor.
Bendito Dios que haces de mi vida un jardín de
comprensión, paz y perdón; Bendito Dios que
alimentas mi Alma con tu infinito amor.
Bendito Dios, haz de mi un instrumento de
tu paz y tu amor para compartirlo con mis
hermanos, el mundo y con toda la creación.