Te sientes incompleto, piensas que en tu vida falta alguien que te llene de alegría pero no sabes que también implica tortura en ciertos momentos cuando tu opinión no es compartida con esa persona que está a tu lado y te pones a pensar cómo pudo cambiar tanto de la noche a la mañana. Sí nuestro amor estaba tan lleno de magia y toda esa magia desapareció con el pasar de los días y en ese preciso instante descubres que para ser feliz primero debes aprender a sufrir. Te das cuenta que ese sentimiento que a muchos les da un matiz diferente en su semblante es porque han aprendido de sus errores y eso les ha hecho más fuertes, no significa que siempre hayan topado con buena suerte.