QUERIENDO, QUERERTE
Queriendo, quererte
meceré tu cuna cuando vuelvas a nacer,
estaré junto a ti, madrugando a tus silencios,
contaré los pasos que aún no terminas de prosperar,
delinearé tu sombra en mis memorias antes de desnudarte.
Queriendo, quererte
despediré al sol con una caricia cada atardecer,
prepararé una fiesta para convidar a la luna,
acomodaré un ramillete de estrellas
para contemplar cómo te rindes al reposo,
como te deja la sonrisa y cierras tus bellos ojos.
Queriendo, quererte
acariciaré con susurro, tus penas y lamentos,
brindaré una mano cariñosa a tus desvelos y tormentas,
danzaré en el jardín de rosas al compás de tus sueños,
ampararé tus miedos, ayunando y rogando bizarrías,
lameré tus cicatrices y con versos limpiare tus heridas.
Queriendo, quererte
cabalgaré senderos de espinas
para recuperar tu mezquina esperanza,
buscaré en el desierto un trébol de cuatro hojas
para adornar el ojal de la sapiencia
junto a bellos botones de perlas blancas,
diezmados por los corales de aguas profundas.
Queriendo, quererte
refrescaré tus pies, con rocíos al borde de la cascada
hojas de un olivo santo, saciaran tu hambre
depositaré en tus manos blancas, dos montañas de oro
azarosa en el tiempo recibiré con dignidad la vejez
haré el último viaje y me sentare en la primera línea del tren,
acomodaré mis recuerdos de amor en el asiento número tres.
Autora
Derechos reservados
Ciudad de ARICA– CHILE
17 de Julio 2015
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