Si pudiera decirte lo que pasa por MI mente tal vez tú también tendrías miedo.
No un miedo común y corriente como el de alguien que es perseguido por un asaltante con pistola o en su defecto navaja en mano.  Yo te puedo decir que me importa quién eres y lo que quieres, pero la verdad es que no. Y sí, tuve antes la sensación equivoca
de quererte, pero se pasó junto con la primavera... si te dijera todo lo que se seca por acá tal vez me creerías más. Sólo calla mientras leas esto. Calla siempre. No quiero
que nadie más se entere de lo que pasa por mi mente cuando verano. Es que todos por esas fechas se van al mar y yo me quedo tieso, aquí, mareado de los pensamientos
que son la otra única cosa que me baña; casi te veo entendiendo. Y si quisieras ser, como lo digo... esa flor, no, rama que vuelve a nacer cuando la cortan, la llaman maleza, pues selo, pero con la precaución necesaria que uno cuando va andar sin huaraches
se pone, porque hasta aquí creo que ya te has arrancado de mí. De esa que se corta cada que crece mucho. La maleza crece en lugares que sólo la lluvia visita,
ya sea porque esté cercado el terreno o porque está difícil llegar desde abajo.
Es probable me veas muy feliz mañana, pero si crees que a mí no me duele,
golpéame con tus manos.