Cuando el espacio sin perfil resum… Con una nube Su vasta indecisión a la deriva —¿Dónde la orilla?— Mientras el río con el rumbo en cu…

Eras ya la fragancia de tu sino. Tu vida no vivida, pura, late Dentro de mí, tictac de ningún tie… ¡Qué importa que el ajeno sol no a… jamás estas figuras, sí, creadas,

¡Tú, tú, tú, mi incesante primavera profunda mi río de verdor agudo y aventura! ¡Tú, ventana a lo diáfano:

Mis manos y mis labios y mis ojos rehacen con creciente embeleso próximo al éxtasis, activo sin embargo,

Sobre el hombro solitario, Tan ligero de tan, duro, (Mira a la aurora en apuro. Fuga del lirio precario) Guarda luces de un acuario,

¡Oh melenas, ondeadas a lo príncipe en la augusta vida triunfante: nos gusta ver amanecer -¡doradas surgen!- estas alboradas

Hay mucha luz. La tarde está susp… Del hombre y su posible compañía. Muy claro el transeúnte siente, pi… Cómo a su amor la tarde se confía. ...Y pasa un hombre más. A solas…

Noche mucho más noche: el amor ya… Feliz nivel de paz extiende el sue… como una perfección todavía amoros… Bulto adorable, lejos ya, se adormece,

Te besaré, total Amor, te besaré —En torno a su retiro tan continua… Hasta rendir por ímpetu de súplica… —Sin una nube el cielo sueña con u… A su más fervorosa crisis favoreci…

Se junta el follaje en ramo, Y sólo sobre su cima Dominio visible ejerce La penetración de brisa. Desplegándose va el fuste

La acumulación triunfal En la mañana festiva Hinche de celeste azul La blancura de la brisa. ¡Florestas, giros, suspiros

¡Vida sin cesar cotidiana! Así lo eres por fortuna, y entre un renacer y un morir día a día te das y alumbras lunes, martes, miércoles, jueves

Cántico Calles me conducen, calles. ¿A dónde me llevarán? A otras esquinas suceden Otras como si el azar

El vaivén de la esquila De la oveja que pace... En su punto la tarde: Fina monotonía. ¡Polvareda de calma,

Llegó la sangre al río. Todos los ríos eran una sangre, Y por las carreteras De soleado polvo —O de luna olivácea—