Desde Arriba
Ayer te oí decir, como a trasmano,
que mi amor fue fugaz, perecedero,
que por ser de ocasión no fue sincero,
que no tuvo raíz, un fruto vano.
Yo te ofrecí mi amor eterno, sano,
como amor inocente, amor sincero,
si a tu modo de ver ya no te quiero,
haz un certamen de afectos: yo te gano.
Guarda, pues tus reclamos y querellas
y no te vuelvas a mostrar esquiva,
ya ha de llegar mi noche sin estrellas,
y ya no te ame porque ya no viva,
yo te lo haré saber, verás mis huellas,
que yo te siga amando desde arriba.
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