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La Pedida

 
 
 
El sábado en la noche nos visita
El Charlie, que a Nayeli va a pedir,
Sus papis, y su hermano y su hermanita,
Y todo mundo viene de postín.
 
María en su videocámara registra
El mínimo detalle qué contar,
Y Dani las botanas administra
Y entre ellos se disputan un lugar.
 
Y todos los chamacos muy atentos,
Porque ninguno se quiere perder
Estar en los mismísimos momentos
En que su mano Yeyo vea caer.
 
Ya Bachi nos llamó,
Con gran preocupación:
—Y ustedes qué les van a responder,
Si les dicen que no,
Será un chasco mayor
Y entonces se echará todo a perder.
 
Todita la familia está pendiente
De lo que la reunión va a deparar:
Recuerden que el buen Charlie es buena gente
Y que la Yeyo es digna del altar.
 
Repiquetea el teléfono indiscreto
Y llegan las llamadas de ultramar:
Si la respuesta ya no es un secreto
Por qué se tardan tanto en declarar.
 
El próximo consuegro ya se anima
Y empieza a hablar de carros, por hablar,
Y Lety lo interrumpe con su rima:
—Tus dietas no las vayas a olvidar.
 
Pasamos a cenar
Sin nada más qué hablar,
Y el pedimento así se postergó,
La cena fue sin par:
Patatas para entrar
Y ricos fetuchines con salmón.
 
Los niños murmuraban en su mesa:
—Pa’ mí que todo aquello se cebó,
Si no les dan a Yeyo, se regresa
El gran ramo de flores que llegó.
 
Así pues, transcurrió todo el convivio
Muy cerca de una gran animación,
El Charlie y Yeyo estaban en un bivio,
Pues no sabían qué ondón con la cuestión.
 
Los niños cabeceaban ya de sueño
Y sólo despertaban al oír:
—Que Yeyo ya se va a cambiar de dueño,
Pero todo era broma y a dormir.
 
Llegó todo a su fin
Sin nada qué decir
Y la visita ya se retiró,
Y los novios así
Pudieron discernir
Que la mano pedida se entregó.

Canción

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