Cargando...

El sol ha muerto

25 de agosto de 2018

Los poetas le han escrito a la belleza de los atardeceres, pero pocos hablan del sol reinante que lento muere.
 
Escondiéndose en la penumbra de la noche, dejó sus últimos rayos en mis ojos espectantes.
 
A veces, la luna brillante ocupa su lugar, y en el fondo, es la luz del extinto.
 
Hoy, no hay luna, hoy no hay estrellas. La noche más oscura, la penumbra de la ausencia.
 
Como peste se propaga, invadiendo cada rincón, asfixiando los sueños y deseos. Es solo ese anhelo de verle regresar.
 
No queda más ya la luz del otrora misericordioso, la revelación de sus rayos mueren de poco a poco.
 
¡Oh maldito sol! Cómo te lamento y te extraño.
 
Tormentosa ha sido tu partida inesperada, dolorosa es tu ausencia.
 
El frío carcome mis huesos, desde que tu luz ya no me alimenta.
 
Navego sin rumbo, y la noche más oscura se devora mi conciencia; dolorosa ausencia recorre los pasillos de mi absurda existencia.
 
En un “¡no!” que nace en lo profundo de mi pecho, declaro y ratifico que me niego a vivir en este mundo sin tu presencia.
 
Mi sol reinante, ¿dónde te encuentras? Aunque mi corazón esté en luto, sé que no has muerto, y en silencio te espero.

Con una mano en el pecho, y otra en la cabeza, te seguiré diciendo, lo mucho que te quiero. Seguirá ahí, ese beso plasmado en la mejilla, el que se ha dado cuando se quiere como nunca se ha hecho.

Preferido o celebrado por...
Otras obras de Jorge Alfredo García...



Top