#Catalanes #Españoles #Suicidio
Alguna noche –las fogatas eran de dolor o de júbilo– la casa te veía desertar. Te abrías a una vida distinta, a un mundo
No sabía decirlas, no podía; porque jamás las pronunciará antes… juntas así. La angustia la mataba, imposible aguantar aquel anhelo
Miedo a perderse ambos vivir uno sin otro: miedo a estar alejados en el viento en la niebla en los pasos del día
Pared contra pared la soledad más fea y amarilla te encerró te apartó de todo lo que amabas o era tuyo y con pasos de zorra se metió en el reloj y empezó a trastocar todas las horas par...
Pasada la hora de las ignominias los viejos apagaron con tierra las… las mujeres y niños recogieron las… los hombres empuñaron el fusil. La ruta del desierto fue muy dura:
Como la piel de un fruto, suave a la amenaza de los dientes, iluminada, alegre casi, ibas camino de la muerte. La vida estaba en todas partes:
En lugares perdidos contra toda esperanza te buscaba. En ciudades sin nombre por rincones de ayer
Aunque los teletipos y la radio y miles de carteles y periódicos sigan con la noticia hasta cansars… alguien, y no los hombres humillad… de América y del mundo, ni los poe…
Toda la noche comenzaba todo, toda la noche amor. Toda la noche claridad y vehemenci… toda la noche amor. Toda la noche llama contra llama,
Es fruto agraz al paladar y sedoso para los labios que han conocido su contorno y percibieron la afluencia. Ella jugaba aquella noche
Contemplar las palabras sobre el papel escritas, medirlas, sopesar su cuerpo en el conjunto del poema, y después,
Alegría yo te he buscado y buscado… por todos los caminos que andaba y… alguna vez oí tus pasos en el bosq… otra vez escuché tu risa, pero nunca te tuve entre los brazo…
Llora conmigo, hermano. Era mujer y bella. No tenía nieve sobre los años. De ella, de mí, de todo te separaron. Pero el tiempo
Digo: comience el sendero a serpea… delante de la casa. Vuelva el día vivido a transportarme lejano entre los chopos. Allí te esperaré.
Tú no puedes volver atrás porque la vida ya te empuja como un aullido interminable. Hija mía, es mejor vivir con la alegría de los hombres,