#SigloXX #Suicidio #Venezolanos (1925) La del timón torre
Yo me esforzaba en subir el curso de un río. No soltaba de la mano los remos de un bajel fugaz, fabricado de una corteza. Yo la había desprendido de un árbol independiente, familiar de ...
Leonardo da Vinci gustaba de pintar figuras gaseosas, umbrátiles. Dejó en manos de Alberto Durero, habitante de Venecia, un ejemplar de la Gioconda, célebre por la sonrisa mágica. ...
Agonicé en la arruinada mansión de recreo, olvidada en un valle profundo. Yacían por tierra los faunos y demás simulacros del jardín. La maleza desmedraba los árboles de clási...
Yo me había internado en la selva de las sombras sedantes, en donde se holgaba, según la tradición, el dios ecuestre del crepúsculo. Era un sagitario retirado del mundo y sustraído a la...
Los colores vanos del alba me indicaban la hora de asistir al oficio de difuntos, celebrado en honor de la joven reina por unas monjas de celestial belleza. Yo sosegaba de ese modo el h...
Yo había pasado la mitad de la noche a la vista de las frías constelaciones y vine a recogerme y a dormir en una sopeña, a la manera de Orfeo. Hallaba menos al joven compañero de m...
El rey sabe de los motines y asonadas provocados por los descontentos en torno de la misma capital. Recibe a cada paso un mensajero de semblante mustio. Se traba un diálogo sobresaltado...
Yo vivía en una ciudad infeliz, di… Esperaba el fenecimiento del día a… El sol declinante pintaba la ciuda… Las aves pasaban a reposar más ade… Yo sentía las trabas y los herrojo…
Yo no sabría distinguir, en las cartas más fieles de los náuticos, dónde se hallaba la isla de mi cautiverio. Debe de aparecer con el nombre de un arrecife. La luna deprimía su vuelo a ...
¡Cuánto recuerdo el cementerio de la aldea! Dentro de las murallas mancilladas por la intemperie, algunas cruces clavadas en el suelo, y también sobre túmulos de tierra y alguna vez de ...
La virgen de la espada al cinto visita el remanso profundo para ver la imagen de su galán, devuelta de entre los muertos. Contenta su propósito sin bajar del caballo rebelde. La vi...
Pábulo hasta entonces de la brutalidad, ignorante de la misericordia y del afecto, caíste en mis brazos amorosos tú, que habías caído y eras casta, reducida por la adversidad a lastimos...
Silvio resiste difícilmente el ing… El gótico sol de los vitrales prim… Los follajes componen una oscurida… Beatriz contempla el río, suspensa… El galán se aleja amenazando rival…
Yo vivía en un país intransitable, desolado por la venganza divina. El suelo, obra de cataclismos olvidados, se dividía en precipicios y montañas, eslabones diseminados al azar. Habían ...
El caballero Leonardo nutre en la soledad el mal humor que ejercita en riñas e injurias. No lo consuela su palacio y, lejos de gozarlo, se aplica a convertirlo en caverna horrenda y sin...