ESPAÑA
ESPAÑA
España se está muriendo dejando de ser España
porque el sendero que andamos está en manos de rufianes:
gente maldita, mezquina, gente de mala calaña;
prestos a sembrar rencores que sirvan a sus afanes.
Hoy nos miramos con odio los que ayer fuimos hermanos,
y el que siempre fue vecino se ha trocado en un extraño.
Con el miedo por divisa, nos vestimos de aldeanos
para juzgar a los otros como hacedores de daño.
Educamos a los niños vistiéndolos con mentiras,
con historias inventadas, cuentos a humo de pajas,
que justifican rencores para levantar las iras:
excusas para que rompan sin empacho las barajas.
Dimos al mundo otro mundo y no se cuenta en las escuelas
como tampoco se dicen las glorias que hemos logrado,
ya de ciencia ya de arte, no siempre asuntos de espuelas,
que, cuando anduvimos juntos, hubimos buen resultado.
Aunque otrora fuimos algo, hoy somos una quimera,
juguete para la burla de los que antes nos temieron.
Cuando España importaba, no había quien se atreviera
pero esos tiempos pasaron, pasaron y no volvieron.
Somos gente triste, pobre, pendiente de nuestro ombligo,
siempre prestos al insulto, a la difamación artera.
Gente infeliz que dibuja en su hermano al enemigo,
que tiene el rencor en la piel y la envidia por bandera.
Miro a lo lejos y veo un triste y negro horizonte:
un pueblo sin esperanza, carne triste de mortaja,
y no hay ninguna salida ni esperanza de remonte:
atentos con el forano y al vecino, la navaja.
(Los Balcones a 7 de octubre de 2012)
© JOSÉ ANTONIO VALERO MAZÓN
