ANACREÓNTICA
#Españoles Cadalso José
Ya no verán, oh Tormes, tus áridas orillas los manes de Galeno y del Estagirista. Alza la anciana frente
Mientras vivió la dulce prenda mía… Amor, sonoros versos me inspiraste… obedecí la ley que me dictaste, y sus fuerzas me dio la poesía. Mas ¡ay! que desde aquel aciago dí…
¡Ninfas de Manzanares, felices y adorables semidiosas! Oíd de mis pesares los ayes y las quejas lastimosas. Tantas aguas no lleva vuestro río
En lúgubres cipreses he visto convertidos los pámpanos de Baco y de Venus los mirtos; cual ronca voz del cuervo
Todo lo muda el tiempo, Filis mía… todo cede al rigor de sus guadañas… ya transforma los valles en montañ… ya pone un campo donde un mar habí… El muda en noche opaca el claro dí…
Sigue con dulce lira el metro blando y amoroso acento que el gran Febo te inspira: pues Venus te da aliento y el coro de las musas te oye aten…
Llegose a mí con el semblante adus… con estirada ceja y cuello erguido (capaz de dar un peligroso susto al tierno pecho del rapaz Cupido), un animal de los que llaman sabios…
Unos pasan, amigo, estas noches de enero junto al balcón de Cloris, con lluvia, nieve y hielo; otros la pica al hombro,
El texto en amarillo se omite en el manuscrito, aunque aparece en la ediciones impresas. Las palabras en azul son las divergencias entre el manuscrito 3.804 y la edición impresa (seguim...
Ya veis cuál viene, amantes, mi pa… de bulliciosos céfiros cercada, la rubia trenza suelta, y adornada por sacras manos de la misma Flora… Ya veis su blanco rostro que enamo…
Ufanos con el gobierno del infierno, cielo y mar los tres dioses no han de estar. Amor con ser niño tierno a los tres sabe mandar.
El semidiós que alzándose a la cum… del alto Olimpo, prueba la ambrosí… entre la muchedumbre de dioses en la mesa del Tonante, y en copa de diamante
Ya no verán, ¡oh Tormes!, tus áridas orillas los manes de Galeno y del Estagirita. Alza la anciana frente
Pierde tras el laurel su noble ali… el héroe joven en la atroz milicia… supúltase en el mar por su avarici… el necio, que engañaron mar y vien… Hace prisión su lúgrube aposento