Soñé que la mujer a quien adoro con infame perjurio me engañaba y a otro amante feliz, le abandona… de su amor el bellísimo tesoro. Soñé que apasionado, que sonoro
Mientras errante por extraño suelo me acuerde de mi patria; mientras el santo amor de la famil… guarde mi alma; mientras tenga mi mente inspiracio…
Hermosísima sultana de los jardines de Hiram, sonrisa de la mañana, por mirarte a la ventana diera su reino un sultán;
Hay en los campos de mi hermosa an… en el suelo feliz donde he nacido como un error de la natura, un bel… arbusto que se llama el manzanillo… Tiene el verde color de la esmeral…
Cuando no quede ya ni un solo gran… de mi existencia en el reló de are… al conducir mi gélido cadáver, ¡oh!, recordad mi súplica postrera… “No lo encerréis en los angostos n…
Un noble marino anciano, del viento y del sol curtido abandonó, ya rendido los embates de la mar; Y no de las ondas lejos,
Hermosísima Cacica de los montes tropicales, la de la negra melena, la de los ojos muy grandes; tres lunas ha que te busco
¡Borinquen!, nombre al pensamiento… como el recuerdo de un amor profun… bello jardín de América el ornato, siendo el jardín América del mundo… Perla que el mar de entre su conch…
Cuando no reste ya ni un solo gran… de mi existencia en el reloj de ar… al conducir mi gélido cadáver, no olvidéis esta súplica postrera: no lo encerréis en los angostos ni…
Un astrónomo viendo las estrellas preguntó la razón de por qué le faltaban las más bel… a una constelación. En vano ¡e1 infeliz! se fatigaba
Del mar de la vida las ondas en ca… cobra la luna con rayo fugaz, y en el horizonte, cortando su cur… descubre una nave, ¿quién sabe do… Y avanza y avanza cruzando las ola…
Cuando uno muere, en la tumba se queda encerrada el alma, hasta el día que en la losa rueda de amor una lágrima. El sol el llanto evapora,
El cielo está en calma, la tarde s… y el sol declinando; y al valle tranquilo dirigen su vu… las aves de paso. Se ignoran sus nombres, que vienen…
En gótica estrecha torre que el agua del Tajo baña, y que un peñasco domina, como lúgubre fantasma que en triste noche de insomnio
Sol espléndido y radiante en la ancha esfera sujeto; no te pregunto el secreto de tu esplendor rutilante. Ni por qué, nube distante