#EscritoresEspañoles
Tras la lluvia, en el jardín de arena, un guijarro negro relucía como el ojo del mundo. Y quizá lo era.
La luna va ascendiendo, noche húme… el alcavarán va tardio hacia su ni… Tu no estarás, un día; seguirá el prodigio
¿Son ceniza estos versos? Me lo parecen, y, si ceniza fueran… que el viento los disperse, y quedemos con las manos vacías
Siendo niño, has visto muchas vece… la pasión y muerte de un murciélag… clavado en la puerta por sus alas, y al que por irrisión se ponía un… en la boca; y has oído
¡Míralos bien ¡También se alzarán… y, aunque todos te olviden, ellos recordarán tus ojos de tanta… Es imposible que esta celeste rued… Gire eternamente sin memoria.
Democrática plebe de gorriones, cuervos y estorninos senadores, oligarquía de pavos reales, loros… cucos exilados, ruiseñores en jaul… El Gran Gallo sobre un montón de…
Matinales neblinas, tardes rojas, doradas; noches fulgurantes, y la llama, la nieve; canto del cuco, aullar de perros, silente luna, grillos, construccio…
Los Césares antiguos coronaban con laurel a los poetas, y ni un as se gastaba en casa de é… en sazonar los guisos. Pero ya no hay gloria inmarcesible,
Asómate a la ventana: llueven rosa… mariposas quizás revolotean, const… en las aéreas estancias de lo Alto… nacidas allá arriba, donde nuestro… y esperanzas, al subir, sucumben.
VERDE saltamontes, de hechura aerodinámica te apuesto a que no saltas por encima del monte de mis penas bajas.
Ni el olor de las lilas como enton… la risa de mamá, el cucharón de pl… el evónimo viejo, amarillento, están ahí. No están. Ni siquiera el recuerdo es indudab…
Diez años esperó que el árbol seco floreciera de nuevo. Diez años con el hacha aguzada y temblorosa, pero el árbol sólo exhibía sus desnudos brazos,
¡Oh! ¿Y yo no estaré ya para cuando florezcan? La tierra que me cubra ¿no dará rosas? ¿Sólo hay olvido, ni niebla de mem…
Parece que, en Maidanek, los detenidos dibujaban por doquie… ¿Sueño de salir en vuelo de aquel… ¿Sueño de la niñez, tan cándida, mirando mariposas como llamas?
Sol vencido te regala, en la tarde de otoño, el poder y la gloria. Mira tu alargada sombra: nunca serás más grande.