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Ansia

Igual que por las aguas más profundas
navega, siempre ciego, un pez luciente,
así va navegando nuestra alma
por el mar absoluto de la muerte.
 
Queremos habitar la brisa pura
de la luz inmortal, que arriba crece,
donde están dulcemente reposando
las almas de los cuerpos que se mueren.
 
Pero, torpes y bajos, nos ahogamos
en la nada fatal que nos sostiene,
y oscuros sollozamos, comprendiendo
que Dios es solo el ansia de quererle

(1947)

#EscritoresEspañoles El De de libro los muertos

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