(1947)
#EscritoresEspañoles El De de libro los muertos
¡He nacido y he muerto tantas vece… El hombre que ahora soy no lo comp… acaso no soy yo, es aquel otro hundido y olvidado por las calles que en una tarde amarga dejé solo.
La noche te derriba para que yo te… como un loco en la sombra, en el s… Arde mi corazón como pájaro solo. Tu ausencia me destruye, la vida s… Qué soledad, qué oscuro, qué luna…
Déjame así, con esta carne oscura, como un árbol, de pronto, que no c… porque ha sentido al mar. Ya no pr… brama tu palpitar sobre mi frente.
Soñaste un día azul un temblor, una hoja, una mano callada tocándote la fren… y los ojos purísimos del poeta enc…
Hoy vengo a hablarte, mar, como a… Como me hablo cuando estoy a solas… cuando alejado de los tristes días que nos contemplan desde el ojo hu… acerco el ascua tenebrosa y sola
Limpio, limpio de amor, limpio de… es como yo quisiera poseerte. Lejos de la sombría pesadumbre de este humano vivir ardiendo siem… Lejos, lejos de mí, que no estoy l…
Ha llegado la noche para todos: yo reclino la frente en esta piedr… donde los siglos ciegamente pasan, mientras fulgen, arriba, las estre… Entre duros peñascos me arregazan
Mi corazón, mi vida, mi sangre ena… bajo esta noche hosca, tumbada com… te busca para siempre, honda huell… para estrechar tu alma estremecida… contra este pecho mío tan grande c…
Ha llegado el otoño, y su zumo, en las hojas, destiñe el verdor y de un cobre celeste enfurece, en el viento, las hojas, sin sol. Hiere un árbol la tarde, y las hoj…
Señor, lo tienes todo: una zona so… y otra de luz, celeste y clara. Mas, dime Tú, Señor, ¿los que se… es la noche o el día lo que alcanz… Somos tus hijos, sí, los que nacis…
Cuando estoy preguntando y, de rep… levanto a Ti los ojos y me callo, entonces es, Señor, que Tú me esc… y te hablo. La luz crece en mi alma, dulcement…
¿Por qué voy a llorarme? Los árbo… cuando el hacha furiosa les hierre… Yo solo he preguntado si tu mano s… con nuestros troncos lívidos encie… Lloro a los que han caído porque s…
CABALLO, siempre hijo, nieto de… padre de dulces potros engendrados… y engendradores de engendradores e… sin mí cuando mi corazón sea un as… Hermosa bestia dura, la antigua ti…
Los cuerpos, aquí están, irremedia… Bajo los cuerpos sé que nada queda… Arriba sólo el aire adelgazándose donde un cielo, implacable, se des… Yo no sé por qué ríos, por qué val…
Como un pájaro herido venía tu tristeza, sus pobres alas mustias sosteniéndote el alma. Había un aire azul