(1947)
#EscritoresEspañoles El De de libro los muertos
Ha llegado el otoño, y su zumo, en las hojas, destiñe el verdor y de un cobre celeste enfurece, en el viento, las hojas, sin sol. Hiere un árbol la tarde, y las hoj…
Espesas, como tierra removida, vuelan sobre los cuerpos y las flo… y no los tocan nunca; los apagan, los borran de una luz que no conoc… Altas, como fantasmas, van crecien…
Que es la noche de Reyes duérmete pronto, ya se oyen sus caballos bajo los chopos. Duérmete, hijo, duerme
Silencio sobre el mundo. Va espes… la grave mansedumbre del corazón q… Pesa sobre los muertos, como un ci… todo el latir del tiempo sobre la… Dios es sobre vosotros. Azul tien…
La muerte espera siempre, entre lo… como un árbol secreto que ensombre… de pronto, la blancura de un sende… y vamos caminando y nos sorprende. Entonces, en la orilla de su sombr…
LA selva estremecida y, en las lu… de los ojos, gacelas presurosas huyen como horizontes asaltados, como estampidos tenues cuyo sentid… Con un son reposado cruje la garra
¿Qué sabes? dime. Oscureciendo, yaces sobre tu sombra, muerto y so… como un aluna triste, derribada por el viento amarillo del otoño. Yo sé que existe el mar; tú no lo…
Yo tengo un lazo azul todo de seda. Mamá me lo compró en una tienda. Yo tengo una flor blanca
La noche era tan larga que todos l… y, de pronto, en el cielo brilló t… como una luna roja que hasta la ti… y nos toca la frente hundida en el… Desde entonces te siento, Señor,…
Con los rayos de la luna te estoy tejiendo una falda. Con los relumbres del río voy a limpiar tus sandalias. El corpiño te lo haré
La luna estaba en el cielo como un sexo bajo falda. Dos gruesos arboles eran sus muslos de copas blancas. Los arroyos le ponian
Limpio, limpio de amor, limpio de… es como yo quisiera poseerte. Lejos de la sombría pesadumbre de este humano vivir ardiendo siem… Lejos, lejos de mí, que no estoy l…
¡Qué piedad por los muertos vas a… si ya tu voluntad los ha matado, si ya los has hundido, para siempr… en un silencio eterno y sin descan… Sangran los muertos, sangran. Los…
¿A qué rincón, Señor, de aquella… huiste cuando el sueño me apresaba y no tenías ya mi corazón para afilar en piedra tu guadaña? ¿A qué rincón te fuiste - dime, d…
Cómo llegas, abril, con qué delgad… planta de junco pisas en la arena. Un delirio de luz en cada vena y una gota de azul en la pisada. Una gota de azul, la delicada