Entre las sombras y gritos del viento,
tu rostro emerge como un faro.
Las estrellas fugaces
se enamoran a tu paso,
y en cada sonrisa tuya
el mundo se rompe y renueva.
Tus ojos son mares inmensos,
donde la furia de la tormenta
se convierte más tarde en calma.
Y tu grito furioso en la niebla
me hechiza y desgarra
lo profundo del alma.
Quiero brindar con el veneno
agridulce de tu piel,
dibujar en el aire con colores
las curvas eróticas de tu cuerpo.
Amarte son escenas de arte
de cuadros inciertos,
donde tu belleza; y la maldad
se juntan en un mismo canto.
Eres la pasión violenta
arrastrándome al abismo.
La verdad brutal
dejándome sin leche.
Y aun en tus brazos
hallo la paz, en el caos de tu amor.