#EscritoresEspañoles
Cantan dulces baladas con los labi… tienen los corazones rotos por el… llevan gemas sombrías en sus dedos… y en sus frentes que un astro porq… En las noches siniestras beben su…
Raki al atardecer, turbio en el vaso. El cafetín humea y las narghiles dispersan por el aire
Asciende lento el humo de las gran… en la hora impalpable del otoño. La rapaz en el surco devora su cap… y la sangre, aún caliente, tiñe su… El leñador se marcha con la chaque…
Aquí en lo oscuro quedo pulsando mi dulcémele, mientras veo que te alejas feliz, contra la línea del horizon… Mueves el cuerpo al son de mis aco…
Ves discurrir la tarde con un manso silbido de lágrima en los ojos, de música sagrada en cámaras vacías.
Desde la torre observas cómo cae l… las últimas montañas perdidas con… los árboles que ascienden levement… el fulgor de los astros que brilla… Cerca quedan las playas del Sur,…
Contempla allá esa luz que hacia el poniente es sangre. Esa luz que parece inventarse la c… en sus atardeceres. Distinta cada… contémplala desde aquí y mira cómo…
He vuelto a la blancura dolorosa de las amadas cumbres, que guardaron con celo los días de la lejana juventud. Aquellas blancas cimas que escondí…
Yo rodaba a tu suerte por la lader… éramos un ovillo, una hoguera ence… dos cuerpos que rodaban desnudos h… carne fresca y elástica que el amo… Recuerdo que las risas no nos impo…
Hubo una flor, un lecho donde aprendiste pronto la sombra del deseo, la juventud de un cuerp… vencido como nave, la soledad que el alma dejaba en otra frente.
Desde el Bazar Egipcio se expande por el aire una oleada de esencias. El humo primitivo de los hogares adormece a la tarde… que huele a mar y a profecía.
Hay versos que guardaron la nostal… de hermosos cuerpos que abracé otr… y que aún avivan la memoria, inerm… de muchos besos y de algunos nombr… En otros aún resuenan las semillas…
He mirado tu desnudo flotar en las tranquilas aguas de mi esta… Corres hacia la flor, hacia la nub… de un paraíso y brilla tu desnudo,… que ha dorado en la sien el humo d…
Es la hora del regreso: el camino que verde desafiaba a la… habrás de desandar en esta hora no… Te alumbrarán las débiles luciérna… y las cumbres lejanas vigilarán tu…
Yo noté que apretabas, Florinda,… que tus manos me hacían resbalar h… que tu poma dulcísima me estallaba… y tus brazos me alzaban para siemp… Yo noté que rondaba tu manzana red…