#Asesinados #Españoles #Generación27 #GuerraCivilEspañola #PoesíaDePerfil (1925)
Vino a mí en espiral, con vuelo de mañana, su voz hecha sonrisa de lucero del alba. Mi sangre baña el río
Yo no temo las luces indecisas, yo no pido perdón por mis pecados, no me importa llevar en mi cabeza una corona de espinosas manos que estrujen con sus dedos mi cere…
He perdido la memoria de los siglos; sólo conservo alientos de papiros añejos. Y tengo la nostalgia de mí mismo
Bajo una misma luz están nuestras cabezas. Tu corazón y el mío cantan sobre las piedras cuando la noche oculta
Mi cabeza inclinada sobre el aire miraba su cabeza hecha amor por mi… cuando de sus cabellos saltaban las abejas para dejar su… en los labios resecos y sin espera…
Precisamente porque estaba sola tendida en una rama de la noche no quise vadear el arco iris para unir en un beso nuestras voce… Ella guardaba dentro de sus ojos
Yo solo me embarqué, adónde llegaré? Si el globo se perdiera, caería, en qué tierra? Si el barco naufragara,
Para picotear sobre mi fría palma bajan aleteando las estrellas y la Osa Mayor no será nunca blan… porque ha olvidado su pasión mimét… Han puesto colgaduras encaladas
Bañábase en la playa sin corazón y sin el velo de la desposada. Y tenía su cuerpo, sin corazón,
Embadúrnate el cuerpo, de oscuridad y de silencio, y podrás levantar la copa de los sueños.
Ladera cubierta de hierba. Arroyo sin fondo. Un lentisco
Quedó la noche vacía y no obstante estaba llena de siluetas y misterios. Fuimos palpando en su frente todos nuestros pensamientos.
Y qué se me importa a mí, que la helada se deshiele. Y qué se me importa a mí, que los pájaros no vuelen. Y que los barcos más barcos,