Cargando...

Herido siempre, desangrado a veces...

Herido siempre, desangrado a veces
y ocultando mi sangre sin riberas
llevo mis pasos presos entre nieblas
y mis miradas van sobre cipreses.
 
Aún conservo en las uñas esta sangre
que me dejó la carne de un momento
empapado de lágrimas y miedo
cuando vino a perderse entre mi carne.
 
Era sólo mi sangre quien llamaba
en medio de aquel valle, de aquel bosque,
y era sólo mi sangre, eran mis voces
las que oían la lluvia sobre el agua.
Preferido o celebrado por...
Otras obras de José María Hinojosa...



Top