Nadie le empuja. Nadie lo retiene Nadie le advierte, nadie le cede e… Indiferentes Le ven pasar con su sentencia Oculta como un zorro robado en la…
Todo comenzó en el espejo. En la palma indiferente del agua La nube fingió islas, cimientos el… Todo comenzó en el espejo. En el cielo engañifa de la charca
Me tendrás a tu lado. Me besarás.… Como al moreno cántaro que espera… A mi sumiso cuerpo se alargarán tu… Se saciará tu sed: la exigua sed d… De mi lecho después, en largas mad…
¿Desde cuándo marchabas a mi lado, Desde cuándo tus pasos? ¿Desde cuándo, en la noche, aproxi… Ocultos tras de cada latido? ¿Des… ¿Desde cuándo, en la noche, por lo…
El amor realizado es un sorbo de m… Que nos pasa los labios, que se fi… El alma que nos cambia es más anch… Más triste y más sedienta, la boca… Dentro del corazón alárgase una so…
Esa sombra La veréis alargarse cada vez como… Sin remedio Como un manto cayendo despacio de… Como si fuese él mismo arrepentido…
La mañana irisada, como fino crist… Se curvó sobre el ancho campo reve… A la abismal succión del azul tran… Agriétase la carne de un ansia ger… Y a la blondez purísima de su desn…
Vaciarme de paisajes, olvidarme ca… Reedificar el arco de tu desnudo d… Borrar tus ojos, sendas de mi llag… Y engriar en mi sangre tus dos ter… (La estatua que he vaciado en sole…
Amargas lunas mates de estero hech… Noches de frutos altos y de tácito… Ríos de cocodrilos y de tortugas l… Descaman las estrellas de un calci… En urgencia arterial, por roja tie…
Sueño que fuiste impulso de mi lat… Y alas en mi anhelar: Te mata la vida que nutriste, Como la flor el fruto nacido de su… Afán que me hechizaste de tan tris…
De las más hondas raíces se me ala… Y ascienden por mis venas como ceg… A desangrar mis sienes hacia el bl… Y tejer en mis ojos su ramazón des… En mi carne de estío, como en hama…
Blanda en mi entraña, como tibia l… Beso aplastado corazón a vena; Tiembla en mis ojos, como sol en r… Tañe en mis pulsos dolorida plata. Pincel que te dibuja estremecida
Carne transida, opaco ventanal de… Agua que huye del cielo en perpetu… Vaso que no ha sabido colmarse de… Ni abrirse ancho a los negros raud… ¡Ojos que no sirvieron para mirar…
Deja llevarme mi última aventura. Déjame ser mi propio testimonio, Y dar fe de mi propia Desmemoria. Déjame diseñar mi último rostro,
Y, de pronto, el viajero Surgió. Sobre el sendero Sus pies dejaban pálido, Fosforescente reguero. Vio mi mano en oferta,