Cargando...

Diecisiete otoños

A sus diecisiete años,
diecisiete penes habían probado sus labios,
cientos de metidas y sacadas,
puta escrito en la frente,
marimacha en la espalda,
drogadicta al costado,
y confusión en el culo,
Lágrimas sin origen aparente,
oraciones a un dios que nunca responde,
visitas obligadas a la iglesia,
dolores de vientre por el resguardo de su madre,
dolores de pecho por rencores acumulados,
dolores de cabeza por no haber dormido,
dolor de garganta por  tanto tragar,
asco a ese líquido blanco amarillento que le zamparon a los quince,
llamadas a un teléfono que le robó a un pendejo,
visitas indeseadas,
embestidas sin quererlas,
renuncia de una novia,
dolor, dolor, dolor,
A ella nunca la amaron y ella tampoco amó,
en cada hombre conoció la bestia,
el macho, el violador,
miedo, miedo miedo,
años después ahí sigue,
miedo a la manos asesinas de un tipo malquerido,
miedo a las calles oscuras de su barrio,
miedo a su padre recto que le llama puta cada noche,
miedo al pastor que orará por ella,
miedo a las mujeres que le miran con asco,
miedo al feminismo que la excluye por negra,
miedo al discurso incompleto de las sororas,
miedo al tipo en que se está convirtiendo,
miedo de sí, miedo de todo.
Diecisiete otoños fueron suficiente para marcar su cuerpo,
su alma, su ser,
diecisiete otoños que no se olvidan años después,
y diecisiete hombres que no se saben violadores,
feministas que lo avalan,
Estado que los defiende,
familias que la acusan,
Miedo a ser mujer o a que la maten por no serlo.

Preferido o celebrado por...
Otras obras de Ju Puello...



Top