Cargando...

Lluvia

No rain, no flowers
Por: Juan Agudelo

Hoy me dejó amarte un poco más.
Creo puedo ser feliz al recordar.
Rememoro la tarde de lluvia más mágica de toda mi vida.
De aquel día, solo recuerdo el acompañarte a tu apartamento,
no sé si era lunes o viernes, y de la ropa que traíamos puesta,
solo evoco que estaban empapadas las prendas.
Nos besamos en cada esquina,
nos escondimos entre árboles y callejones.
Amábamos ver aquellas calles vacías,
procurábamos la soledad,
solo buscábamos nuestra compañía.
Ocasionalmente perdíamos la noción del tiempo,
nos besábamos tan fuerte que nuestros cuerpos flaqueaban.
Han sido tus labios mi debilidad más deseada,
mientras murmuraba mis secretos en tu pelo.
Las manos danzaban a pasos apresurados,
la piel era marcada con rasguños,
la sed era calmada, bebiendo de la lluvia, en el cuello del otro.
Para que una sombrilla no nos robara el placer de empapar nuestros cuerpos,
la escondimos en mi maleta,
luego fingimos haberla olvidado.
Corríamos con presura no deseando más
que haber pasado desapercibidos por tus conocidos.
Pero en cada oportunidad y calle vacía,
nos besábamos apasionadamente,
éramos dos amantes que se despiden a razón de una larga ausencia.
Tu madre me prestó una camisa de tu padre,
tomamos chocolate y comíamos unos sándwiches,
solo podía pensar, con esta mujer me quiero casar,
quiero escribirle toda mi vida.
Las memorias no me son lineales,
estoy seguro de que no lloro de tristeza,
siento tanta nostalgia,
sin planearlo nos regalamos la tarde más feliz de mí vida.

Manada de infelices

#Edbohemicun

Otras obras de Juan Agudelo...



Top