#Asesinados #Cubanos #Romanticismo #SigloXIX
Desde el instante que nubló la aus… el luminoso sol de tu hermosura, está mi triste corazón enfermo, rota mi lira y mi garganta muda. ¡Ay! ¡Cuántas horas al presente c…
Mensajera peregrina que al pie de mi bartolina revolando alegre estás, ¿de do vienes, golondrina? Golondrina ¿a dónde vas?
De mí se acuerdan, y mi encierro l… desconocidos seres, jóvenes, ¡ay!, que de entusiasmo l… del sonido de un arpa se enamoran, soñadoras mujeres
Ave que cruzas callada el mundo de mis delirios, blanca azucena brotada, en un vaso de cristal; visión de todos mis días,
Muéveme el buque y la apiñada gent… se apresura, se va, vuelve, se agi… monta el ancla en la proa el corvo… y el opreso vapor se escapa y grit… Se abrazan los amigos angustiados,
Solitario y abatido, abandonado y enfermo, tengo una lágrima triste para bañar tu recuerdo. Al través de los cristales
Si después que yo muera, al hogar de un amigo mi huérfana infeliz y pordiosera llega implorando protección y abri… y albergue hospitalario
Murió la Luna; el ángel de las ni… su cadáver recoge en blanca gasa, y en un manto de rayos y tinieblas el Dios del huracán envuelto pasa. Llueve y torna a llover; el hondo…
Oíd. Ese suave acento, ese solemne murmullo es el canto de la tarde, es la voz de los sepulcros. Desde el seno de la Luna,
Yo andaba suspirando, lloroso y va… en pos de una esperanza difícil de… soñando con un cielo, viviendo en… cual viven en los aires los pájaro… Pensé cuánto era bello querer y se…
Ven, pajarillo, a mis prados, ven a posarte en sus calles sobre un lirio de los valles, sobre un ciprés temblador; alégrame con tus trinos,
Cuando emigran las aves en bandada… suelen algunas, al llegar la noche… detenerse en las costas ignoradas y agruparse de paso a descansar. Entonces dan los ánades un grito,
Vamos a la arboleda, que el Sol asoma y es lindo un rayo de oro sobre las hojas. Aunque no extraño nunca
Al salir temblando Véspero del seno azul de los mares, viene a besarme la frente la musa de mis romances. Mas no penséis que en mi espíritu
El soldado fue a la guerra a triunfar o perecer, y dejó en lejana tierra sus hijos y su mujer. A los primeros reveses