#EscritoresArgentinos (1962-1968) Cólera buey
Una mujer y un hombre llevados por… una mujer y un hombre cara a cara habitan en la noche, desbordan por… se oyen subir libres en la sombra, sus cabezas descansan en una bella…
Esa mujer se parecía a la palabra… desde la nuca le subía un encanto… una especie de olvido donde guarda… esa mujer se me instalaba en el co… Atención atención yo gritaba atenc…
En la fotografía que tus ojos vuel… hay tu rostro de perfil, tu boca,… pero cuando vibrábamos de amor bajo el oleaje de la noche y el cl… tu rostro es una tierra siempre de…
en madrugada en pleno su esplendor quién sino yo como ginebras destru… amadas para dar luz a la indecisa clarida… quién sino yo con papelitos lujosa…
con amenazas y promesas con veneno… los albañiles edificaron la casa d… y después no pudieron holgar porqu… vino la muerte a darles otro emple… los albañiles le dijeron a la hues…
mi mano sobre tus pechos la cocina en reposo a esa hora el café que hirvió el hablar en voz baja para no molestar a la dulzura de n… cuerpos
decir que esa mujer era dos mujere… mujeres en su mujer era difícil sa… yacíamos en un lecho de amor ella era un alba de algas fosfores… cuando la fui a abrazar se convirt…
Alza tus brazos, ellos encierran a la noche, desátala sobre mi sed, tambor, tambor, mi fuego. Que la noche nos cubra con una cam…
todo el día viví con tu ausencia m… todo el día viví de tu ausencia ya… terremotos otros desastres internacionales no me distrajeron de ti
el pobre butch butchanam pasó sus… cuidando a una tórtola ciega y sin… en solidaridad con el pájaro al qu… y a veces aleteaba en su hombro de… un dulce sonido a naranjos azules…
no me quiero plantar en el naipe fastuoso de la vida o jugar a ganar o a perder sino perder para ganar o sea
A mí me han hecho los hombres que… el cielo del mundo buscan el brillo de la madrugada cuidan la vida como un fuego. Me han enseñado a defender la luz…
«En el gran cielo de la poesía, mejor dicho en la tierra o mundo de la poesía… astros dioses
“tu pelo habrá crecido” canto en mi soledad y lo acaricio
ella se sienta sobre mi corazón y… provoca lágrimas no de tristeza o de espanto tampoco de alegría entonces