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BELLEZA

Cuando mires un clavel, un girasol o una rosa,

Estas mirando a una hermosa mujer, más bella como una mariposa y el verde jardín que la rodea.
Ella es la más hermosa. Sin importar si eres pobre, sin importar si eres rico, ella te ayuda, para tu más dicha alcanzar, si la mereces, su amor te entregara.

¡oh Belleza! Vestida de hermosos diamantes, el apreciado oro de los hombres, dale tu amor con ternura, y tendrás su felicidad.

Hermosa madre mía, la que me supo entregar, mucho antes de mi nacer, mucho antes de mi primer caminar, jamás la apartare de mi lado, la belleza también te contempla, para acerté saber quién será la más amada.  

¡oh Belleza! Es la que nos entrega el mayor placer, la mayor alegría, como también la mayor inspiración.

Belleza, jamás debemos hacerle  cicatrices, jamás debemos lastimarla, entrégale todo tu amor, toda tu caricia.

Belleza, la cura para toda herida, amor de hembra con la mejor amistad que podremos encontrar, eres la calma para cualquier tempestad en nuestros corazones que de tus mojados y finos labios siempre nos emana.

Eres la sirena sentada en la piedra pulida de la orilla del mar.

El dulce olor como el perfume y las flores de bag, que de tu cuello y rizos cabellos emana.

Belleza que baja desde el hondo cielo y emerge del abismo, mirada infernal y divina, confusamente pierde mis sentidos, se le compara al vino albergando en tus pupilas el poniente y aurora, cual tarde sombría exhalas tu aromático perfume, filtro son vuestros
besos y finos labios.

belleza, caminando sobre los muertos, de tus joyas no serás la menos hermosa, si tu venís del cielo o infierno, ¿Qué importa ya? Tus brazos, tu mirar, tu sentir me abren las puertas más grandes a un amor que nunca antes sentí. Entonando los ojos bajo el sol otoñal, respiro allí el aroma de tu cálido seno, me guía tu aroma a un punto del mundo de mágicos climas, te adoro como adoro las bóvedas nocturnas, llenando mi vaso de tristeza. Te quiero cuando te escapas más, un gusto que revela lo amargo y dulce, lo hayas en la belleza.

¡oh Belleza! Saboréanos de tus dulces mares, enséñanos el fuego que hay en tu pecho, haznos sentir el sabor de tus dulces labios, si algún hombre tuviera esa suerte, vivirá a su lado hasta la vejez y después de que se marchite la roza que en ese día de amores nació, y luego murió, dejando su hermosura para el abono de las futuras rosas.

(2014)

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