#EscritoresAndaluces #EscritoresEspañoles (1918-1924) La muerte
Siempre que íbamos a la bodega del… ¡Qué mágico embeleso ver, tras el… Los bodegueros me decían, riendo,…
Al fin nos hallaremos. Las temblo… apretarán, suaves, la dicha conseg… por un sendero solo, muy lejos de… cuidados que ahora inquietan la fe… Las ramas de los sauces mojados y…
—No era nadie. El agua. —¿Nadie? ¿Que no es nadie el agua? —No hay nadie. Es la flor.
¡Deprisa, tierra, deprisa! ¡Muévete, cuajado sol! ¡Descomponed el sistema, que me espera a mí el amor! ¿Qué importa que el universo
Veníamos los dos, cargados, de los… Caía la tarde de abril. Todo lo q… Ya en la cuesta, la torre del pueb… Retorno... ¿Adónde? ¿De qué? ¿Pa… Pero los lirios que venían conmigo…
Este árbol, Platero, esta acacia… Hoy, Platero, es dueña casi de to… Nada me dice hoy, a pesar de ser á…
Ahí la tienes ya, Platero, negrit… Están ya aquí, Platero, las golon… No saben qué hacer. Vuelan mudas,…
Siempre, después, qué contento cuando me quedo conmigo. Lo que iba a ser mi minuto, es, corazón, mi infinito.
¡Que goce triste este de hacer tod… Se me torna celeste la mano, me co… Y las rosas de olor, que pongo com… y los bellos cojínes, que pongo co… Y si pongo mi mano –como ella la p…
Te dehojé, como una rosa, para verte tu alma, y no la vi. Mas todo en torno —horizontes de tierras y de mares—…
¡Qué lejos, azul, el cielo, de la tierra pobre! Pero los dos son el día bueno.
Subes de ti misma, como un surtidor de una fuente. No se sabe hasta donde
Sólo eres tú (aquella tú) cuando me hieres.
Hojita verde con sol, tú sintetizas mi afán; afán de gozarlo todo, de hacerme en todo inmortal.