Como siempre, puede adquirir todos sus poemarios en https://www.amazon.com/author/dosartes
Acabo de llegar a un café en la Avenida Tennyson. Pedí un licuado de mango con guineo. ¡Qué tropical! La dramatización de mis compañeros fue buena. Shakespeare alienta mis tardes. Pero ...
Ella me traga todo con sus labios… Enmarañados, pegados después... ¡… ¡Ah, ella es Sarasvati y, yo, Bra… ¡Y juntos consagramos nuestros templos de éxtasis y savia!
Estoy harto de escuchar sonar las mismas canciones en la radio. Y no, no quiero que me mandés tu guayaba peludita ahora. Y aunque te escribo
Sorbo su soberbio placer, si desnudarla quiero. No me hace falta ver cómo se revuelve de amor placentero.
Ay, con ese perfume mamacita... ¡q… sos! Al envolverme con tu perfume… vos me estás exigiendo una adoraci… Vos siempre salís colorida, ceñida… Oh, mujer si siempre vas vestida a…
Es el beso de sus ojos y la mirada de sus labios que me derrite, que me delata... Es su inteligente rostro —sin faltas—
No seás tan incrédula de mis habilidades, sirena. Quiero tus manos entre mis manos. Ajá, así.
Le descubrí una flor pegajosa y me dijo que era su imaginación. Descubrí su cintura inundada y me dijo que la saborease: «¿Acaso, mi varón,
Puja, subyacente a mi sexo. ¡Me hago pedazos al tenerla! Ella es Todo y Nada de esto. Es fuerza maternal y Deseo. Era una niña. Ahora es una madura
Y sin embargo Roque la violencia… Aún hoy los llantos suscitan y ele… pese a que todos nos hacen creer que la guerra «revolucionaria» culminó en 1992.
¡Infinito mi amor! ¡Infinitus amore! ¡Esto siento por vos! ¡Infinito mi amor! ¡Infinitus amore!
Gozáte conmigo... Entregáte a tu cuerpo y, por favor, habitá las vibrantes sombras de tu Deseo conmigo
Mamacita, su sonrisa ilumina todas las palmeras de mi conocer y cuando mueve su cintura «sin saber»
Me encanta su aroma frutal y a ella le encantan mis movimientos e instinto animal. Cien por cien
Yo, bibliófilo empedernido, quiero leer los pliegos de su cuerpo. Quiero leer sus flores retoñadas contra el tiempo. Quiero aprehender el incienso