Poema de salvación.
Para la luna, la que me escucha cuando le cuento nuestros secretos, chica del ukulele.
“Sí, el amor es cosa fatua, cosa de imbéciles,
¿Pero acaso todos viven el amor como yo lo vivo,
con la misma carencia?
Una mirada suya
me ha dejado colgada de la rama más alta del árbol,
una mirada sin vida,
pero de una belleza pétrea.
Me ha hecho estatua milenaria y contemplativa.
No puedo vivir en el amor sin fuego,
En el amor sin alma,
en el amor sin cuerpo;
Entonces desde acá contemplo la mirada de su amor perverso
Como una fría muralla
contempla los acantilados y sus cuencas frías.”