Tu primer poema.
Para el señorito de rulos hermosos.
No tenías lo que buscaba,
No tenías lo que quería,
No tenías lo que pedía.
Sin esperarlo ya no me burlarme de tu cariño,
Sin esperarlo me cautivo tu extraño humor,
Sin esperarlo me caíste muy bien.
Te ignoré; me buscaste.
Te gusté; me gustaste.
Te llamé; contestaste; te adoré.
Cada palabra escrita era un maravilloso enigma,
Cada cumplido escrito era una impredecible emoción,
Cada llamada recibida era una agradable sorpresa.
En horas me hiciste llorar por ti,
En minutos me hiciste odiarte,
En segundos me hiciste perdonarte.
Poco a poco fui apreciando tu pelo, tu estilo.
Poco a poco fui cayendo en tus rulos.
poco a poco pensé más y más en ti.
'Ahora empecemos el juego cariño; eres un buen competidor.'
Enero 25, 19:24 hrs. Post carrete, Casa Feña.
(2015)
