Cargando...

Madrugada

Llegaste a mi puerta, la abriste,  
Como siempre, sin avisar,
Me dijiste tu nombre, sonreíste,
Palabras no faltaban, para enamorar.
 
En plena madrugada,
Dilatadas tus pupilas,
Mis labios, acariciabas,
Y tus dudas escondías.
 
Nada dije, me asuste,
¿Cómo reaccionar besándote?
Repose en ti, me uní a tu piel,
¿Cómo pensar acercándome?
 
Te conté mis secretos, de uno en uno,
Les seguían mis dudas y mis miedos,
Más, cada, dulce, beso tuyo,
Los borraba y me hacía comenzar, de nuevo.
 
El tiempo se detuvo,
Momento efímero, recuerdos nuevos,
Mis ojos mirando los tuyos,
Sin sentir el frio de mis huesos.
 
En plena madrugada,
Mi mente y voz divagaban,
Pensando, seriamente, en nada,
Y mi corazón, queriendo convertirse en todo.

(2013)

Preferido o celebrado por...
Otras obras de Kay Castillo...



Top