Por un momento creí
que eras como cualquiera,
vaya mi error el pensarlo siquiera
pero, era imposible no ver tu mirada tan sincera.
Perdón por no hacértelo saber
pero tu mirada me hace enloquecer
y ¿qué seria de mí sin ti?
pues todo lo contrario eres ajena a mí.
Estoy afligido por tu amor
porque me es indiferente y no capta mi dolor
pero no debe preocupar
pues de mi corazón no vuelve a escapar.
Así pues, declaro mi amor
como un hombre a la mujer del progimo
cuyo corazón late con infinita fragancia egoísta
que muere con la razón de su debilidad idealista.