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Leon Gieco

–¿Me da esa guitarra, señor? –preguntó el chico de 8 años, apenas se le veía detrás del mostrador. El vendedor lo miró con aire severo y luego de contar moneda por moneda, le entregó el instrumento, sin saber que esa cantidad había sido ganada con el sudor de su propia frente. No me cuesta pensar que el vendedor sonrió sin saber que sobre esos zapatitos gastados iba el autor de “Sólo le pido a Dios”, canción que ya ha sido traducido a casi todos los idiomas del mundo, entre los que se encuentras el guaraní y el quechua, idiomas indígenas, cantada ante el Papa Juan Pablo II en la voz de Luciano Pereyra, que en España haya hecho famosa Ana Belén.

–¿Me da esa guitarra, señor? –preguntó el chico de 8 años, apenas se le veía detrás del mostrador. El vendedor lo miró con aire severo y luego de contar moneda por moneda, le entregó el instrumento, sin saber que esa cantidad había sido ganada con el sudor de su propia frente. No me cuesta pensar que el vendedor sonrió sin saber que sobre esos zapatitos gastados iba el autor de “Sólo le pido a Dios”, canción que ya ha sido traducido a casi todos los idiomas del mundo, entre los que se encuentras el guaraní y el quechua, idiomas indígenas, cantada ante el Papa Juan Pablo II en la voz de Luciano Pereyra, que en España haya hecho famosa Ana Belén.

Allí comenzó la historia de este músico llamado León Gieco. Con su guitarra, su armónica o su charango (pequeña guitarra de 12 cuerdas hecha con el caparazón de mulita o armadillo) Pronto comenzó a escuchar a Los Beatles y los Rollings Stones a la vez que oía y repetía canciones folklóricas argentinas (zambas, chacareras, gatos). A los 18 tomó la difícil decisión de dejar su pueblito santafesino de Cañada Rosquín para irse a la gigante Buenos Aires, donde se relacionó con otros chicos como él aspirantes a músico entre los que se encontraba David Lebón, Lito Nebbia y Edelmiro Molinari, entre otros. Conoce a un joven que pretendía tener una grabadora independiente llamado Gustavo Santaolla (hoy ganador del premio Oscar a la mejor música de película 2006 por “Brokeback Mountain" y 2007 por “Babel”) y graba su primera canción: “Hombres de hierro”, donde entre otras cosas se insinuaba su crítica a la sociedad con los versos:

Hombres de hierro
que No escuchan la voz.
Hombres de hierro
que no escuchan el dolor.
Hombres de hierro
que no escuchan el llanto.
Gente que avanza se puede matar
Pero los pensamientos quedarán.

Luego, impresionado por la salvaje caída de Salvador Allende en Chile y la matanza de artistas en mano de la dictadura de Pinochet, entre los que se encuentra la desaparición de Víctor Jara cantó “Los chacareros de Dragones”, aquellas estrofas que decía:

Allá donde todo aquel septiembre
no alcanzó para llevarse la tempestad.
Allá donde mil poesías gritaron
cuando le cortaron al poeta sus manos.
Uy ,uy ,uy si hasta el cóndor lloró.

Comprometido con su tiempo y su país, su canciones fueron prohibidas y sacadas de todos los medios de comunicación como si nunca hubiera existido. Así temas como “El que queda solo”, “El tema de los mosquitos”, y en especial “La cultura es la sonrisa” fueron prohibidos, aunque sus letras fueron pasadas de voz en voz y la estrofa más sentidas fueron:

La cultura es la sonrisa con fuerzas milenarias.
Ella espera mal herida, prohibida o sepultada
a que venga el señor tiempo
y le ilumine otra vez el alma.

Negándose a abandonar el país a pesar del peligro León no sólo estuvo comprometido con su tiempo, sino también con su cultura, y por eso en 1980 realizó una gira de estudio que le llevó dos años para artistas olvidados que él resucitó en Buenos Aires. Músicos como Sicto Palavicino (cantante indígena chaqueño), Los Carbajar, entre otros hicieron con él temas folklóricos en tiempos de vidalitas, chacareras, chamamé, chotis, sambas y demás ritmos argentinos que fueron corearos por jóvenes de todo el país, y también en Alemania, Japón, Israel, entre otras naciones que hizo recitales. También compartió escenario con Mercedes Sosa, Charly García, Sting, Joan Manuel Serrat, Teresa Parodi, Peter Gabriel, Silvio Rodríguez, Pablo Milanés,Víctor Heredia, Chico Buarque, Gilberto Gil, casi todos los músicos de fama argentinos y hasta la Orquesta Sinfónica de Bariloche en el Teatro Colón. Hoy es considerado el músico de más importancia en Argentina, ganador del Gardel de Oro en el 2005 (algo así como el Gramy argentino). En el 2006 cuando el gobierno transformó la ESMA (Escuela Superior de Mécánica de la Armada), de centro clandestino de la tortura a museo de la memoria, Serrat y Gieco compartieron un mini recital para tal evento.

Candidatos varias veces al premio Nobel de la Paz, amigo de Sting, de Serrat, de las Madres de Plaza de Mayo, era enemigo del gobierno militar. No obstante escribió en esos duros años la canción “La Historia esta”, obviamente también prohibida:

Alguna vez sentiste en un espacio de tu imaginación
el grito de los perdedores,es sordo y puro aunque griten juntos.
Alguna vez sentiste cuando a un pueblo
chorréale su sangre nueva,
como se muere lento igual que el corazón de un cuenta cuentos.
Déjate atravesar por la realidad
y que ya griten tu cabeza,
porque es muy malo dejar pasar por un costado
a la historia esta.

También le cantó a la inmigración, la marginalidad, el quinto centenario de la Conquista de América, la reivindicación de los pueblos originarios y en especial sobre la memoria, para que no vuelva a suceder los años que pasaron:

Todo está escondido en la memoria,
refugio de la vida y de la historia.
La memoria estalla hasta vencer
a los pueblos que la aplastan
y que no la dejan ser
libre como el viento.

Pero si hablamos del Gieco artista, este informe sería incompleto si no nos referimos al Gieco solidario. León cantó en cuantas minas se lo pidieron para un grupo de trabajadores solitarios, como así fábricas ocupadas, luchas gremiales justas, hospitales y escuelas. Sin apoyar nunca a ningún partido político, no puede decirse que este autor no esté comprometido con la gran política, la social, que es la mejor de todas. El que suscribe, puso comprobar en persona cuando se le solicitó que diera un recital en la Universidad Nacional de Lanús, el que lo hizo con alegría sin cobrar una sola moneda. Allí cantó uno de mis temas preferidos, aparte de los expuestos es el que le dedicó a las prostitutas, pero lejos de ser el estilo a lo Sabina, en “Tema de Francisca”:

Los lunes que no trabaja Francisca, una canastita con flores y su hijita
van a correr por el monte, los caminos y los campos;
ella dice que los besos, los gorriones y las flores
los lunes tienen más perfume.

En tiempo de humor, pero que no deja de ser una dura crítica a la corrupción política argentina, escribió “Ojo con los Orozco”, una canción compuesta sólo con palabras en consonante y la letra “o”. Junto a Joan Manuel Serrat y Pablo Milanés grabó “Niño silvestre”:

'Hijo del cerro, presagio de mala muerte,
niño silvestre
que acechando la acera viene y va.
Niño de nadie,
que buscándose la vida
desluce la avenida
y le da mala fama a la ciudad.
Recién nacido,
con la inocencia amputada,
que en la parada revive su pecado de existir.

Y para concluir este temario sobre el arte como método de protesta, personificado en este poeta que tanto hizo por la libertad y sigue haciéndolo, os invito a ver su página para profundizar en el artista y en el ser humano:

www.leongieco.com

Sólo le pido a Dios
que el dolor no me sea indiferente,
que la reseca muerte no me encuentreferencias
vacío y solo sin haber hecho lo suficiente.

Referencias

     

http://www.larevelacion.com/Musica/ElArtecomoprotestaIII.html



Raul Alberto Antonio Gieco  conocido popularmente como León Gieco (su apellido es simplemente pronunciado /'xjeko/ en Argentina a pesar de su origen italiano), es un músico y cantautor popular argentino, autor, compositor e intérprete.

Gieco nació el 20 de noviembre de 1951 en una chacra cercana a Cañada Rosquín, en el centro de la provincia de Santa Fe. Se caracteriza por mezclar el género folclórico con el rock argentino y por las connotaciones sociales y políticas de sus canciones, a favor de los derechos humanos, los campesinos y pueblos originarios, el apoyo a los discapacitados y la solidaridad con los marginados.

León Gieco empezó a trabajar a la temprana edad de siete años. Compró una guitarra con su propio dinero, y pronto comenzó a tocarla en los actos escolares. Formó un grupo que se dedicaba al folklore, pero a su vez comenzó a tocar en una banda de rock, Los Moscos, que pronto adquirió cierta popularidad en los pueblos vecinos. Interpretaron canciones de los Beatles, los Rolling Stones y del Spencer Davis Group, cuando ganaron un concurso para tocar en el Canal 5 de Rosario en 1965.

Los años setenta y sus primeros éxitos

A los dieciocho fue a probar suerte a la ciudad de Buenos Aires. Allí conoció a Litto Nebbia y a Gustavo Santaolalla, quien le dio la oportunidad de tocar al comienzo de los espectáculos de artistas más reconocidos.

Consiguió tocar con diferentes artistas, entre los cuales estaba David Lebón, y en el Buenos Aires Rock Festival en 1971, 1972, y 1973. Ese mismo año fue lanzado su primer álbum homónimo, grabado de manera independiente junto a Gustavo Santaolalla durante los dos años anteriores. Su canción principal fue En el país de la libertad, y el disco logró bastante reconocimiento.

Un año después, su segundo LP, La banda de los caballos cansados, mantuvo el mismo estilo de tratar de «entender el destino de los pueblos, el por qué de las injusticias».

Gieco realizó una serie de conciertos con un grupo estable de músicos, como así también otras presentaciones con Porsuigieco, el grupo formado con Raúl Porchetto, Charly García, Nito Mestre y María Rosa Yorio. Tuvieron un relativo éxito y lanzaron un disco homónimo en 1976.

Mientras tanto, él continuaba tocando con su otro grupo, y tenía un contrato para dos shows, pero la separación de la banda lo forzó a hacer esos shows por su cuenta. Al público pareció gustarle su show como solista, y Gieco decidió continuar su carrera de esa manera. En 1976, lanzó El fantasma de Canterville.

El disco sufrió la censura del autodenominado Proceso de Reorganización Nacional; Gieco tuvo que cambiar la letra de seis canciones y eliminar otras tres.

Sin embargo, el disco fue un éxito y realizó conciertos no sólo en Argentina, sino también en otros países de Sudamérica. Debido a la situación política de Argentina, se mudó a Los Ángeles por un año, y en 1978 editó IV LP, con una de sus canciones más famosas: Sólo le pido a Dios.

Los ochenta: masivo e internacional

En 1981 dio un concierto en Buenos Aires acompañado solamente por su guitarra, su armónica, y su charango. Luego grabó Pensar en nada. Ese mismo año comenzó una serie de conciertos independientes a lo largo de 110.000 km, por 3 años, tocando para un total de 420.000 personas.

Recopiló material de los diferentes lugares que visitó en Argentina durante esa gira y grabó en Buenos Aires junto a varios músicos autóctonos el primer volumen de De Ushuaia a La Quiaca en 1985. El siguiente De Ushuaia a La Quiaca  y De Ushuaia a La Quiaca 3 fueron grabados en un estudio móvil en diferentes ciudades del país.

En 1985 fue a Moscú para el 12.º Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes junto a Juan Carlos Baglietto y Litto Nebbia en representación de Argentina.

También dio conciertos en Alemania con su amiga Mercedes Sosa, y al regresar a Argentina dio otra gira por el país en 1986.

En 1987 volvió a Alemania para dar siete recitales, incluyendo el Festival des Politischen Liedes (festival de la canción política) en Berlín.

Cuando volvió, dio dos recitales gratuitos; uno ante cuarenta mil espectadores en el Monumento Nacional a la Bandera en Rosario, y otro para treinta y cinco mil en Buenos Aires. En el estadio de Boca Juniors dio un recital junto a Pablo Milanés y Chico Buarque, y músicos invitados como Mercedes Sosa, Fito Páez, Nito Mestre, Juan Carlos Baglietto y Sixto Palavecino. A fines de ese año, realizó una gira mundial que incluyó países tales como México, Perú, Brasil, Suecia, Alemania y Dinamarca.

Nuevamente, en 1988, tocó en Alemania y Austria. De regreso en Argentina participó del último concierto del Amnesty International tour en el estadio Monumental de River Plate, con Charly García, Peter Gabriel, Bruce Springsteen, Sting, entre otros.

Luego de ocho años de gira, en 1989 el disco Semillas del corazón marcó su regreso a los estudios. Este nuevo trabajo tuvo la particularidad de compartir una canción a dúo con uno de los máximos ídolos de América: Sandro. Dicha canción fue grabada en los estudios particulares del ídolo. Ese mismo año, tocó en el Teatro Ópera de la ciudad de Buenos Aires con la leyenda estadounidense de la música folk Pete Seeger. El material fue editado en el disco de 1990 Concierto en vivo. El año siguiente, Seeger lo invitó a unirse a una gira por Washington, Boston y Nueva York. Allí tocó con David Byrne, a quien ya había conocido un tiempo antes en la capital argentina.

Los '90: compartiendo con todos

En 1992 tocó con Milton Nascimento, Mercedes Sosa, Os Paralamas do Sucesso, Gilberto Gil y Rubén Rada en la inauguración del Latin American Parliament en la ciudad brasileña de São Paulo. También lanzó Mensajes del alma, de donde se desprenden canciones como la misma Mensajes del alma, Cinco siglos igual y aclamada Los salieris de Charly que también tuvo éxito en Chile.

En 1994 editó Desenchufado, un nombre irónico que hacía referencia a los populares recitales de MTV unplugged, con un compilado de canciones viejas.

 Además, el 7 de octubre de ese mismo año, y junto con varios grupos y músicos chilenos, participó en el concierto homenaje al legendario cantautor chileno Víctor Jara (torturado y asesinado a manos de los militares, durante el régimen de Augusto Pinochet); el concierto se llevó a cabo en el Teatro Monumental de Santiago de Chile. Fue en estos años en que él tuvo un gran acercamiento con ese país, ya que participó como invitado de Mercedes Sosa en el Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar de 1992 y colaboró además con importantes artistas chilenos como Isabel Parra, Congreso y Los Jaivas.

En 1997 apareció el álbum Orozco, que si bien tenía algunas canciones que no continuaban el pasado folclorista de Gieco, poseía su estilo, y muchos músicos invitados participaron de la grabación, entre los cuales estuvieron Mercedes Sosa, Ricardo Mollo y Gustavo Santaolalla. De este álbum se desprenden los sencillos El imbécil y Ojo con los Orozco. Esta última canción, prácticamente hablada, tiene la particularidad en que la única vocal pronunciada es la "O", la cual tuvo un gran recibimiento en Argentina y en el extranjero. Además en ese mismo año, participa en el recital que conmemoró los 20 años de las Madres de Plaza de Mayo, junto a bandas como Divididos, Las Pelotas, La Renga, Los Piojos y Attaque 77.

 También en 1997, se edita Juntos por Chiapas, un importante disco donde participaron diversos artistas latinoamericanos como León Gieco, Mercedes Sosa, Charly García (con Serú Girán), Fito Páez, Paralamas, Divididos, Café Tacuba, Illya Kuryaki and the Valderramas, Los Tres, Andrés Calamaro, entre otros, con el fin de recaudar fondos destinados a las comunidades indígenas del estado mexicano de Chiapas, y en apoyo claro del EZLN. Aquí Gieco colabora con su gran tema El señor Durito y yo.

En 1998 el diario Página/12 publicó un material con rarezas, canciones nunca editadas y distintas versiones de sus temas conocidos en una serie de siete discos llamada La historia esta.

También en 1998, como parte de los festejos del 50° aniversario de la fundación del estado de Israel cantó el tema Libkot leja, canción dedicada al asesinado primer ministro israelí Isaac Rabin, junto al cantante local Aviv Geffen. También en ese año participó en el disco Tributo a Víctor Jara, donde interpretó su tema Plegaria a un labrador.

El nuevo milenio y actualidad

En 2001 edita el disco Bandidos rurales, hasta ahora uno de los más exitosos de su carrera, en el que intervienen una larga lista de artistas invitados, como Víctor Heredia, Charly García, los hermanos Hugo y Osvaldo Fattoruso, Sixto Palavecino, Cuarteto Zitarrosa, Ricardo Mollo, Nito Mestre, Andrés Giménez, Ricardo Iorio, Chizzo Nápoli y Gustavo Santaolalla. El video clip del tema que da nombre al CD fue grabado en la localidad de Las Marianas (partido de Navarro), en la provincia de Buenos Aires.

En septiembre de 2003, participa junto con Víctor Heredia, Pedro Aznar, Silvio Rodríguez, y con varios artistas chilenos, latinoamericanos e internacionales en el concierto El sueño existe, en homenaje a Salvador Allende en el Estadio Nacional en Santiago frente a miles de espectadores. Siguiendo con los registros en directo, en 2004 edita El vivo de León, un disco en vivo donde hizo un importante repaso a su carrera musical, registrado en el estadio Luna Park de Buenos Aires, en 2003.

En esa oportunidad, realizó tres conciertos con público lleno.

2005 también fue un año para la salida a la luz de material desconocido: se edita Canciones de un casete perdido, una recopilación de temas que Gieco ejecutó en vivo en sus conciertos entre los años 1980 y 1981, tomadas por las grabadoras de sus fans.

Tras dos años de silencio Gieco vuelve al ruedo con Por favor, perdón y gracias, en donde critica al sistema y a la tragedia de la discoteca Cromañón. Esta placa discográfica le trajo problemas y tuvo que enfrentar demandas judiciales por los polémicos temas Un minuto sobre la tragedia de Cromañón y Santa Tejerina, sobre el caso de una joven jujeña que mató a su hijo recién nacido ya que era fruto de una violación.

Su corte de difusión fue El ángel de la bicicleta, tema dedicado a Claudio Pocho Lepratti, un joven de 35 años que vivía en el barrio Ludueña de Rosario (provincia de Santa Fe), trabajaba en una escuelita de bajos recursos del empobrecido sur de la ciudad, colaborando con un comedor infantil. En diciembre del 2001, en medio de la gravísima situación sociopolítica que vivía la Argentina, varios policías tirotearon el comedor, y Lepratti se asomó por la terraza para insultarlos y fue asesinado de un balazo en la garganta. Después de aquel asesinato, por las calles de Rosario se ven las pintadas con una bicicleta alada. Esta situación inspiraría la canción.

En 2006 editó Quince años de mí, una placa que compila los mejores temas desde 1991 hasta la actualidad. El 24 de marzo de 2007, en el aniversario de los 31 años del golpe militar en Argentina, Gieco interpretó La memoria y Como la cigarra, en el acto en Córdoba donde estuvieron el entonces presidente Néstor Kirchner y las Abuelas de Plaza de Mayo. Por aquella época comenzó a reunir a los artistas con capacidades diferentes que compondrían la base del proyecto Mundo alas, que terminó generando una gira, una película que se estrenaría tres años después y un libro que documenta la experiencia.

En abril de 2008 edita el disco triple Por partida triple, en donde comparte canciones junto a grandes artistas argentinos y latinoamericanos, como Ilona, Pappo y Los Piojos. Mientras tanto, León se dedica a recorrer junto con su banda el interior del país y llevando su música.

A fines de 2008 se edita el disco homenaje a León titulado Gieco querido! Cantando al león, donde artistas de la talla de Mercedes Sosa, Luis Alberto Spinetta y Gustavo Santaolalla (entre otros), le rinden tributo al cantautor. En marzo de 2009, sale a la venta el volumen 2 de este disco, donde músicos como Andres Calamaro, Fabiana Cantilo, Teresa Parodi, Kevin Johansen, Víctor Heredia, e Ismael Serrano, cantan los temas más conocidos de Gieco.

En marzo de 2009, se estrena la película Mundo alas, donde León Gieco debuta como director. Se trata de un documental que cuenta la historia de un grupo de artistas discapacitados, que llevan a cabo una gira junto al santafesino por distintas provincias del país.

A lo largo de su carrera, compartió escenario con artistas de gran talla, nacionales e internacionales, entre los que cabe mencionar: Mercedes Sosa, Sixto Palavecino, Sting, Peter Gabriel, Bob Dylan, Silvio Rodríguez, Joan Manuel Serrat, Pablo Milanés e Ivan Lins, entre otros.

El 21 de enero de 2010 Gieco actuó como telonero de la banda de thrash metal estadounidense Metallica, junto con D-mente; banda con la cual el año 2009 editó Un León D-mente, un disco en el cual él y la banda realizan nuevas versiones de clásicos en un formato de rock pesado.

El 12 de diciembre de 2010 participó en un multitudinario recital en conmemoración mundial del Día Internacional de los Derechos Humanos que coincidió, en Argentina (su país natal), con el Día de la restauración de la democracia al recordarse la asunción del ex presidente Raúl Alfonsín tras ocho años de dictadura (1976-1983), y también con los tres años de gobierno de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.

León Gieco es considerado por muchos uno de los pilares del rock argentino, junto a Charly García y Luis Alberto Spinetta. En la actualidad es uno de los máximos exponentes de la música argentina y latinoamericana, siendo incluso reconocido en todo el mundo.

Durante los últimos años realizó innumerables recitales contratado por el Gobierno Nacional. El 26 de noviembre del 2011 se declaró abiertamente admirador de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, al declarar «Estoy de acuerdo con la Presidenta. La conozco, coincido con ella cuando escucho lo que dice, es honesta e inteligente. Nunca tuve un presidente así», colocándose abiertamente en contra del Jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri, al declarar «No quiero nada de lo que me pueda ofrecer Macri».

Referencias

Wikipedia - http://es.wikipedia.org/wiki/León_Gieco

 

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