No por azar nos revelamos el tercer planeta. (Valga la brevedad
Rugido que retumba en el vacío... Florecida en el mar, naciente cosa... Así,
—Entonces el bronce rodó por la pe… desenredando voces estridentes o a… En profusión formaron la noche de… una a una contaron historias verda… Una tras otra, otra tras otra, otr…
Te alabaré, Señor, con todo mi co… y así declararé tus maravillas. Con melodía entonaré tus himnos, ¡oh, Altísimo! Te has sentando en el trono de los…
Yo fundaré una ciudad para tus ojo… porque la veas en su raudo movimie… una ciudad no de un siglo, sino solar, eterna como la duración de los abrazos...
El cielo ha perdido todo el lujo imaginario —nubes blancas borradas, sol radiante sin luz,
Que el día completo sea una sola g… y nubes y nubes lluevan resbalen trueno abajo u otro hecho cualquiera sea de ejemplo
Soy un hombre maldito. Yo debía orientarme en sentido de tu huella… Señor, seguirla fiel, errar con el… y tras ella después plantar la mía… ¡Tanto pequé! Reí, mientras se ab…
—Hacerla de rodillas no es hacerla… ¿De qué sirve si Dios escucha a s… No hay confesión real si algo se o… bajo el ala secreta del secreto. Con estruendosa voz suéltate ahora…
Copa de vuelo rígido, árbol generalísimo, fuente
«Si el hombre sabio despega el labio, el necio ha huido con el oído. «El hombre necio
—Vago gris de huracán. Garra del pecho. Alto día otoñal. Violentas hojas. Saludé cada árbol
Anteayer —hora undécima— al abrir los ojos vi cómo engordaba la gota.
Señor, ¿por qué te alejas y te esc… El inicuo somete al afligido, el inicuo blasfema contra ti, afirma que no hay fuerza que le ju… librado del dolor y la desgracia.
—Soy el cocodrilo Lilo, de Damasco. Si me muerden, muerdo; si me rascan, rasco. «Al faisán del parque