#Españoles
Cuando el cielo al morir se va esp… contra la tierra gris, y sólo qued… un delgado rumor, como de seda al resbalar sobre la piel; y cuand… ligeramente el campo va callando,
Desde mi vieja orilla, desde la fe… hacia la luz primera que toma el a… voy contigo, hijo mío, por el cami… de este amor que me crece como man… Voy contigo, hijo mío, frenesí soñ…
Te haces al deshacerte más hermosa… lo mismo que en la nieve derretida… bajo su tersa limpidez dormida, el tiempo, vuelto espíritu, reposa… Te haces tan dulcemente tenebrosa,
Ya empieza tu sonrisa, como el son de la lluvia en los cr… La tarde vibra al fondo de frescur… y brota de la tierra un olor suave… un olor parecido a tu sonrisa,
¡Cómo apagas mi sed con tu humildad! ¡Tu mano estremece en mi pecho la sombra del dolor, igual que un… entre las ramas verdes, junto al c…
En esta paz del corazón alada descansa el horizonte de Castilla, y el vuelo de la nube sin orilla azula mansamente la llanada. Solas quedan la luz y la mirada
¿Tan alegre estás tú que te has qu… corazón, sin palabras? ¿Ya no sabes decir? ¿Hablar no sa… como ayer? ¿Estás mudo para siempre y en paz? ¿No ves los…
Lejana como Dios, pero más cerca, más cerca, más dormida entre las h… más alta tras la noche, como el vi… más concreta en el pecho o más rem… o más dulce en la orilla;
Voy bebiendo en la luz, y desde de… de mi caliente amor, la tierra sol… que se entrega a mis pies como una… de cárdena hermosura. En mi alma e… hundo mis ojos hasta el vivo centr…
Una luz vehemente y oscura, de tor… flota sobre las cumbres del alto G… por donde van las águilas. La tard… por los senderos verdes, calientes… Entre las piedras brilla la lumbre…
Para inventar a Dios, nuestra pal… busca, dentro del pecho, su propia semejanza y no lo encuen… como las olas de la mar tranquila, una tras otra, iguales,
Llenando el mundo el sol abre la meseta más y más. ¡Las tapias pardas, los surcos esponjados, y el volar de unos gorriones!
Señor, el viejo tronco se desgaja, el recio amor nacido poco a poco, se rompe. El corazón, el pobre loc… está llorando a solas en voz baja, del viejo tronco haciendo pobre ca…
La gracia cenicienta de la encina, hondamente celeste y castellana, remansa su hermosura cotidiana en la paz otoñal de la colina. Como el silencio de la nieve fina,
Ignorando mi vida, golpeado por la luz de las estrell… como un ciego que extiende, al caminar, las manos en la sombra… todo yo, Cristo mío,