Tu compañía es un laberinto de rosas
Tu compañía es un laberinto de rosas,
Su aroma me invitó a entrar,
Acercándome a las ramas,
Olfatee sus olores, mire de cerca los colores,
Y fundí mi piel con sus pétalos.
El tiempo nos amenazó,
Necia, quise quedarme la eternidad restante.
En un instante me encontré en tu abrazo,
Curiosa, cruce el puente en tus hombros
Me detuve en las cosquillas de tu entrepierna,
Y vague por tu cuerpo lleno de asombros.
Con nuestra amiga, la noche
Me embriago de deseo y me acobijo de pasión
Mientras su oscuridad nos abriga,
Te beso hasta olvidar que existe un mañana
El sol grande e imponente,
Me recordó de donde venía,
Acompañado por el tiempo,
Cumplieron su amenaza.
Treinta minutos más tarde,
El rastro de nuestro efímero amor,
Queda entre recuerdos y sabanas sucias,
Me apego a la ilusión,
Y te recreo con palabras simples,
Cantadas por un conejo que se cree muy rudo,
Mientras narra la dulzura del lunar sobre tu sonrisa
