Sueños Dormidos

I

Es el momento de la noche dedicado al recuerdo y el pensamiento.
A esos recuerdos que han marcado la luz de la luna a fuego en nuestro pecho.
 
A esas manos encontradas en el calor del infierno o en la ternura de los sueños,
esas manos que te salvaban de la caida y el fracaso.
 
Pero también de aquéstas manos que nunca salvaron lo que era necesario,
esas manos que perdieron en el abismo su propio significado.
 
Más no temer su destino, que allende la humanidad termina con desgarro,
con el corazón ennegrecido, allí esas almas tendrán grato castigo
 
Así que termino como empiezo, recordando tan sólo de mi vida, lo bueno vivido, pues lo malo se haya, ya, enterrado a metros bajo mi camino.

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