Dicen que el amor duele
Me encuentro dentro de ese grupo de personas que prefiere reventarse la cara contra la pared antes que quedarse con la duda. ¿De qué vale vivir dentro de una burbuja si no puedo disfrutar la vida? Tengo una sola, prefiero ensuciarme las manos, sentir que duele, sentir la dulzura, sentir... antes que no experimentar por miedo a lastimarme.
Quiero enamorarme (y enamorarte), quiero luchar por lo que me hace bien, jugarmela a pesar del miedo.
Quiero emprender caminos confusos, sin brújula ni mapa, sin un destino definitivo, solo porque sé que vamos de la mano, porque es un placer caminar con vos.
Dicen que el amor duele... ¿Y sabés qué? Prefiero lamer después mis heridas a que tu amor pierda filo. No quiero un amor de cartón, sin brillo ni gracia, sin valor, desechable; que sea como una de cristal, que puede romperse, si, pero justo por eso lo cuidamos más de los que se creen martillos, que sea transparente, que encaje perfecto entre nuestros anillos y también en una mesa de luz con vino hasta la mitad.
Subite a este tren conmigo, siempre que quieras, y amémonos como si hubiéramos nacido para eso (y nacimos para eso), y abracémonos mientras vemos cómo se acerca la pared en frente nuestro.
Y cuando la atravesemos, porque las vamos a cruzar todas amor, y nos queden rasguños, un beso va a bastar para sanarlos, una noche de amor y guitarra.
Estoy cansada de huir de lo que quiero. Y a vos te quiero.
No nos vayamos, no nos dejemos.
17/08/18
