A mi padre
Tanto tiempo perdido en esta pelea,
sea lo que sea, no está bien lo que pensé.
Es triste ver que tu pesadilla era un héroe sin querer.
Tantas, pero tantas quejas tuve, no me detuve contra él.
Me dio carácter y las ganas de seguir,
pero ¿por qué así?
Mi vida estaba sumergida en enojo, o eso creí.
Me daba celos ver que a los demás los trataba mejor que a mí.
Qué jodido me vi deseando su muerte,
por un berrinche sin suerte.
Verlo viejo y físicamente decaído,
disfrutando las cosas que no pudo desde niño.
¿Por qué no pensé en eso desde el principio?
¿Qué odiaba? ¿Un señor sin infancia?
Una persona que sufrió y que no tuvo un padre en su crianza.
¿Qué más yo quería? Tenía techo, agua y comida,
ropa, estudio y para el frío una buena cobija.
Seguir escribiendo hace que me odie,
pero lo seguiré haciendo hasta que yo me perdone.
Sé que él no tiene rencor hacia mí.
Hasta diría que está orgulloso de lo que conseguí.
Que a los vecinos y conocidos les dice: ¡Ese es mi hijo!
Cuando hago algo que me hace relucir.
Ahora, pensar que algún día me hará falta me mata.
Siempre riendo, gritando, trabajando, hasta canta.
El día que no esté no será lo mismo estar en la casa,
no ver a ese hombre a las 6 de la mañana con su taza.
Mis hermanos, al igual que mi madre, pasamos por cosas difíciles,
pero llegaron a perdonarlo, solo faltaba yo en decirle.
Pero no hay nada que perdonar,
papá me hiciste fuerte y ahora sé cómo actuar.
No quiero cortar este lazo.
De hijo a padre te digo y exijo sin derecho en este caso:
que nos tratemos como hombres.
Un saludo, cerveza y un abrazo.”
este es muy personal porque toda mi vida tuve problemas con mi papá sin saber que yo era el problema.
