El miedo caduco la mayor parte de sus años,
por no tener el carácter y el valor,
de abandonar la trágica cárcel que llevamos
dentro.
Puedes perder la dignidad el valor de un
gran momento,
puedes dejar una meta, un sueño; pero
jamás el preciado tiempo que nos regala la
vida, con sus colores de cuentos.
Pero el día llega, y reaccionó en el cansancio
de una vida injusta y dolida. Ahora es feliz,
y como muchos se pregunta; - ¿En que gasté
la juventud, que me dejo la calidez de aquel
agosto; y el principio de mi tiempo?