Recuerdo que llegaste como el vino que
desee,
para compartir momentos
que necesitaba,
para olvidar dolores y nostalgias,
para reinar en mi vida deseada.
Y así fué, con la misma ternura que
llegabas,
con la misma inquietud desesperada,
me sentí como jamás,
con lo bueno, lo triste y lo extraño de la
vida.
También me quede, con su tristeza y
tu alegría,
deseándole, lo mas bonito, porvenir...