El solingen de mi padre
Luis Arrúa
Después de andar por la vida
Jineteando los caminos
Te llega por madurez
Arraigando en algún nido,
Mi padre que es entendido
Y un viejo de poca habla
Una día de fiesta y guitarra
Solito se me acercó,
Y me heredó con amor
Su solingen mango e plata.
El solingen tenía historia
En las manos de mi padre
Más de una vez venció el hambre
Con su filo y su memoria,
Campero por las estancia
Baqueano con el su gloria
Por eso que al heredarlo
Comprendí su corazón,
Y el sentimiento sembrado
De mi viejo Alambrador.
Me fuí pa’ los nuevos pagos
En busca de mi destino
Y el solingen mango e plata
Siempre traía conmigo,
Con el sabían mis amigos
Que una parte de mi padre
Tal vez la más importante
Que la vida me enseñó,
Cuando lucía el solingen
De mi viejo Alambrador.
Por destino de la vida
El cuchillo tan querido
Me lo hurto un desconocido
Sin importarle el pecao,
Yo que nunca había llorao’
Lo llore solo escondido
Cómo un niño entristecido
Sintiendo el más cruel dolor,
Por el facón mango e plata
De mi viejo Alambrador.
Cada vez que lo empuñaba
Unos anillos de oro
Le hacía lindo decoro
En el espacio de plata,
Era del solingen viejo
El de las guampas pa’ atrás
Acero fuerte y audaz
Por la gente que sabía,
El que iba marcao a fierro
Cómo el gesto de papá.
Hace poco a una muchacha
Que se lo había presentau
Y la historia del mentao
Se la quise relatar,
Y entre converasa distintas
De cosas que uno razona
Me preguntó y usted llora?
¡Yo le dige..., no he llorau!,
Y ahora lloro a mi solingen
Lo que nunca he anelau.
Viejo cuchillo querido
Que mi canción te acompañe
Y perdona tu verdugo
Que de mi quiso alejarte,
No dejaré de buscarte
Mientras en mi tenga vida
Lloraré con mi poesía
Con las ansias de encontrarte,
Y que vuelvas a ser parte
Cómo mi padre quería.
.jpg?locale=es)
