Eternidad en Tus Ojos
Basta una luz de tu mirada
para encender mi alma cansada,
tu risa es un refugio tranquilo
que borra la noche con su hilo.
Basta un instante junto a ti
para olvidar lo que sufrí,
tus pasos dibujan caminos
donde no existen los espinos.
Tus manos, un nido de calma,
tejen paz frente a la tormenta,
en tus palmas guardo mi alma,
segura, serena, contenta.
Tu voz es canción en la aurora,
un mapa que el miedo devora;
si hablas, el mundo se aquieta,
y en tu eco la sombra se aleja.
Quiero que el tiempo se detenga,
que el sol en tu piel no se apague,
que cada abrazo sea semilla
de un mundo que solo nos siga.
No importa el caos, ni el olvido,
si estamos juntos, todo ha vencido.
Las estrellas pueden callar,
pero tu aliento es mi verdad.
Cuando me abrazas, nada existe:
ni el frío, ni el llanto persistente.
Eres rayo de luz en mi invierno,
el cobijo eterno, el amor sincero.
Que la vida escriba su historia
mientras compartimos la gloria
de un amor que no tiene prisa...
Basta tu amor para ser vida.
—Luis Barreda/LAB